domingo, 17 de julio de 2011

EL MALTRATADOR: COMO RECONOCERLO

No existe un perfil de maltratador como tal, ya que pueden ser hombres muy diferentes en cuanto a status social y económico, estudios, creencias religiosas, adscripción política, educación, hábitat, etc.
¿Qué es lo que lleva a un hombre a maltratar?, ¿son locos?, ¿son enfermos?.
El hombre maltratador no está loco, no está enfermo (salvo excepciones), es un hombre “normal”, con ciertas características:
Son expertos manipuladores emocionales.
Son peligrosos cuando se establece una relación con ellos.
Tienen una actitud de víctima con enorme responsabilización hacia la mujer
Tienen déficit de capacidad empática (ponerse en lugar de la otra), con ignorancia del sufrimiento de la víctima e ignorancia del efecto que producen.
Necesitan reafirmarse y no toleran perder.
Obsesivos, necesitan sentir que tienen el control y no toleran las negativas de la mujer.
Rigidez de pensamiento sobre lo que es una mujer y cuál es su papel. Quieren ejercer su autoridad y creen que la razón está de su parte.
Dependencia funcional de la mujer, no emocional, la mujer se ve como objeto de deseo y servicio, en tanto que no se enteran de lo que sienten, la mujer es la traductora de sentimiento. Cuando esta desaparece, aparece el temor.
Se aíslan emocionalmente y no expresan más emociones que la cólera.
Aparentemente tienen una autoestima muy elevada, pero no es real porque en su vida cotidiana necesitan y dependen de sentirse superiores. Para conseguir esto, lo que les rodea debe ser inferior o creerlo ellos así. Es una autoestima débil.
Son hombres hipercontroladores, ejercen violencia sobre la mujer cuando pierden el control
Emocionalmente inestables
Sufren celos desmedidos e injustificados.
Pero a pesar de esto, sí son “normales”

SÍNTOMAS INEQUÍVOCOS:
  • Celos desmedidos desde el inicio de la relación
  • Atención exagerada hacia la pareja: engañoso detallismo que tiene que ser correspondido
  • Sutil y lenta manipulación de la pareja para aislarla de su entorno social e incluso familiar
  • Espontáneos cambios de humor en privado con claras faltas de respeto hacia la pareja
  • Contínuos intentos de ridicularización de la pareja tendente a mermar su autoestima
  • Leves amenazas y directas injurias
  • Explosiones de cólera descargada sobre la pareja por motivos irrelevantes o inventados
  • Descarga de agresividad sobre objetos, paredes  y la pareja. Inmediata solicitud de perdón y promesa de cambio
Rafa Tena

POR QUÉ NOS DIVORCIAMOS

¿Por qué nos divorciamos?
Por lo general existe un distanciamiento emocional progresivo que culmina con el hecho del divorcio. También puede existir algún caso en el que algún detonante (por ejemplo una infidelidad), lo precipite, pero suele ser poco común si la pareja goza de una buena relación.
La mayoría de los cónyuges recuerdan la última etapa de su matrimonio como infeliz y, en la mayoría de los casos, es la mujer la que se decide a proponer un fin para este malestar.
Tanto en las parejas jóvenes como en las adultas la decisión se toma porque se busca algo más en la relación que no se encuentra. La separación parece lo más indicado a esta situación desdichada. Muchas de estas expectativas no cumplidas se deben a la mala información que sobre el matrimonio existe o se pretende dar, tanto a nivel religioso, como social como de una pretendida autorealización personal. La comparación con la realidad pone de manifiesto tales diferencias.
En el caso de las personas adultas cuyos hijos ya se han independizado, el hecho de no tener que "mantener" la estructura familiar les da vía libre para tomar la decisión de la ruptura si su relación no era buena. No sienten ninguna atracción por pasar el resto de sus vidas juntos y creen la separación lo más conveniente.

- Los hijos ante el divorcio
El divorcio significa para un hijo, en primer lugar, la dificultad de poder tener acceso directo a sus padres. Durante la primera etapa este acceso también se reduce debido a los propios problemas emocionales de los padres. La comunicación no suele ser demasiado directa y al ver que uno de sus progenitores abandona el hogar paterno-materno, tienden a preguntarse si el otro también les abandonará.
Sus sentimientos son confusos, de tristeza, se sienten enfadados con sus padres e incluso con ellos mismos, pues a veces se culpan de la separación y piensan no haber actuado como deberían. En ocasiones demuestran un comportamiento ejemplar con la esperanza de que los padres se reconcilien. Ante estas situaciones hay que explicar claramente que la causa del divorcio está en los padres y que éste es definitivo.
Mientras se ultima el divorcio y después de éste, las relaciones del hijo con los padres cambia y se desvinculan afectivamente; no se encuentran en condiciones de ser comunicativos ni cariñosos y a veces controlan poco sus actos. Esto resulta especialmente llamativo cuando los padres lloran en sus hombros, compiten por su custodia e incluso llegan hasta el soborno (emocional o mediante regalos).
Otra característica habitual es su rechazo frente a las nuevas relaciones de pareja que puedan entablar sus padres. Si su edad no es muy corta, pueden verse a sí mismos como el nuevo "hombre o mujer de la casa" y protector del cónyuge con el que viven (sobre todo en el caso de que éste sea la madre). La aparición de una tercera persona despierta en ellos la rivalidad y su comportamiento para con él/ella, puede ser muy hostil.
La reacción de los hijos
- El tipo de relación con los padres
El apoyo emocional y el compartir experiencias en la vida es un aspecto esencial en el desarrollo emocional de un hijo. No es tan importante el que ambos progenitores se encuentren en casa como la calidad de la relación que se desarrolle; aunque el contacto no sea excesivamente frecuente.
No es extraño el hallar casos en los que los hijos se encuentran mucho mejor emocionalmente una vez que sus padres se han separado. Si su relación con ellos era adecuada, pero tenían que soportar las continuas disputas entre ellos dos, el ambiente de la separación va a eliminar esa circunstancia dañina.
- El grado de dificultad del divorcio
Si la hostilidad que se ha desarrollado durante el divorcio ha sido grande, el hijo va a desarrollar mayor temor y enfado, su bienestar va a disminuir.
La adaptación posterior va a ser más complicada debido a la inseguridad creada, sobre todo cuando su vulnerabilidad se acrecienta debido a las continuas riñas por su custodia y manutención. Si además se ve obligado a elegir entre uno de los progenitores, la situación se agrava.
- Los cambios en su rutina diaria
La adaptación a su nueva vida como hijo de divorciados será más fácil si se conserva intacto el resto de su vida. Los cambios de vivienda, de ciudad, de escuela, de normas, de amigos…van a ser otras fuentes de estrés que van a actuar muy negativamente en su ajuste a la nueva situación.
Es necesario que los padres se conciencien de este hecho por el bienestar de su hijo.
Los abuelos ante el divorcio
- Los padres de la pareja
Cuando el divorcio se consuma, es más probable que los padres del cónyuge que ha obtenido la custodia puedan ver a su nieto. En el caso de los padres del cónyuge que no obtiene la custodia, la situación es más difícil, sobre todo si el otro cónyuge decide cambiar su lugar de residencia o si las relaciones entre ambas partes no son buenas.
- El dolor de los abuelos
Para muchos de estos abuelos, esta es una circunstancia dolorosa (también puede serlo para los nietos) a la que a veces tratan de poner remedio solicitando derechos de visita.
Según las diferentes sociedades, la ley actúa de diferente forma. Según la opinión de los psicólogos, la interacción entre las generaciones de una familia es un aspecto que puede desarrollar mucho la capacidad empática y aumentar el desarrollo social y emocional del niño, pero como en todas las relaciones, se ha de valorar la calidad de esa relación.
El simple hecho de compartir un vínculo de sangre no garantiza que la relación entre un abuelo y su nieto vaya a ser mejor que entre ese nieto y una persona que no es de la familia.

LA CUSTODIA COMPARTIDA

¿Qué es la custodia compartida?

¿QUÉ ES LA CUSTODIA COMPARTIDA?

La custodia compartida es la situación legal mediante la cual, en caso de separación o divorcio, ambos progenitores ejercen la custodia legal de sus hijos menores de edad, en igualdad de condiciones y de derechos sobre los mismos. Se contrapone a la figura de la custodia monoparental que es ejercida por uno solo de los progenitores.
Es compartir las decisiones importantes de la vida del menor, como en qué localidad vivirá, a qué colegio irá, en qué idioma estudiará, qué médicos le atenderán, etc.
Es compartir las obligaciones, como todos los gastos que tenga el menor, encargarse de él, de su educación, de su colegio, de sus costumbres, de sus amigos, etc.
En pocas palabras, compartir la custodia es seguir siendo y ejerciendo de padre y madre (en las mismas condiciones que se hacía antes del divorcio). La custodia compartida, existe desde que nacen hasta que se emancipan o una sentencia judicial priva a los menores de ese derecho, por el mero hecho de que sus padres se separen o divorcien.

¿CUSTODIA COMPARTIDA ES LA MITAD DEL TIEMPO CON CADA UNO DE LOS PADRES?

NO tiene porqué ser así. Dependerá de las circunstancias personales de cada progenitor y de los menores.
La distribución del tiempo debe hacerse en la mediación familiar, previa al proceso de separación-divorcio, atendiendo a las circunstancias laborales y de disponibilidad de cada uno de sus padres.

¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE PATRIA POTESTAD Y CUSTODIA?

La patria potestad carece de valor si no se ostenta la custodia (en exclusiva o compartida), puesto que es el progenitor custodio (98% las madres) el que decide TODO acerca del hijo, como si de una propiedad en exclusiva se tratara.
Salvo casos excepcionales, la patria potestad suele mantenerse compartida, pero es como compartir un papel mojado. Cosa que no ocurre con la custodia que es lo que tiene verdadero valor y poder de decisiones.
La custodia suele llevar aparejado el uso de la vivienda familiar (con independencia de quien siga pagando la hipoteca) y la administración del dinero que el progenitor no-custodio entrega al custodio para que, teóricamente, lo revierta en el menor.
El progenitor custodio, NO justifica en qué gasta el dinero que recibe y su única obsesión es obtener, cada vez más dinero del que paga, generalmente el padre.
La progenitora custodia mantiene TODOS sus derechos, mientras que el progenitor no-custodio ni siquiera puede computar a sus hijos en la declaración de la renta, en ayudas económicas o subvenciones a la vivienda, etc. Es como si ya no tuviera hijos, excepto para pagar. atendiendo a las circunstancias laborales y de disponibilidad de cada uno de sus padres.

¿CÓMO SE APLICA LA CUSTODIA COMPARTIDA CUANDO EL DOMICILIO DE AMBOS PADRES ESTAN MUY LEJANOS?

Partimos de la base que ambos progenitores vivían en el mismo domicilio antes de separarse. Si se aplica, la custodia compartida, desde el momento mismo de la separación-divorcio, se da la circunstancia que ambos se van a implicar en el cuidado, educación y apoyo de los hijos y por lo tanto, no tenderán a alejarse de la prole.
Sería deseable que el texto de la ley impidiera, como ocurre en Francia por ejemplo, que los menores pudieran ser sustraídos de su entorno familiar, de colegios, amigos, etc. y que ambos progenitores fijaran de común acuerdo, o en mediación familiar el/los domicilio/s del menor, a fin de que mantenga igual relación familiar que antes del divorcio de sus padres.

¿IR DE UNA CASA A OTRA PERJUDICA A LOS HIJOS?

Ningún estudio científico, a nivel mundial, sustenta esa arcaica idea, pero sí existen multitud de ellos que opinan lo contrario. (Ver Informe Reencuentro en documentación).
Es lo más beneficioso para los hijos, pues así se relacionan con sus dos familias extensas de forma completa. Es preciso conseguir que ambas casas las considere como propias, sin someter a los hijos a cambios de colegio, barrio ni amigos y haciendo que sienta confianza, apoyo y refugio en cada una de ellas.

¿QUE PASA CON LAS PENSIONES EN CASO DE CUSTODIA COMPARTIDA?

Lo lógico es que ambos progenitores se hagan cargo, al 50% cada uno, de todos los gastos de los hijos. La manera más efectiva es abriendo una cuenta corriente y domiciliar en ella todos los cargos, que sean admitidos por ambos.
Las pensiones asociadas a la custodia exclusiva favorecen el parasitismo social de una de las partes y la desincentivación económica y profesional de la otra; los regímenes de coparentalidad, al eliminar esos factores de desincentivación, favorecen un aumento del nivel de vida de los niños.

domingo, 3 de julio de 2011

LAS HIPOTECAS MAS CARAS.....SEGURO

Con las modificaciones sugeridas para elevar el sueldo inembargable....que se preparen los deseosos en comprar vivienda. Se impondrá el alquiler como en el resto de los paises de la EU

Recientemente vemos demasiado a menudo como grupos de "indignados" amenazan y coaccionan a las comisiones judiciales para evitar lanzamientos de viviendas por desahucio o ejecución hipotecaria. 
Los medios de comunicación clásicos, como bien sabemos, están condicionados por la necesidad de ofrecer noticias-espectáculo para atraer su vital apoyo publicitario. En ese sentido, y ante tal condicionamiento, sus noticias suelen ser más que de dudosa credibilidad. La verdad es que los lanzamientos se producen 48 horas después de que la noticia haya salido en la tele como un triunfo de los desahuciados. 
No obstante estas noticias son una inmejorable excusa para las entidades financieras al objeto de endurecer sus requisitos para conceder créditos. También son una mejorable excusa para los arrendadores para subir el precio y exigir fianzas astronómicas. Estamos asistiendo, a mi juicio, al principio del fin de los créditos hipotecarios baratos y fáciles de conceder así como a un mercado de alquiler flexible y de fácil adaptación. 
Con unos bancos temerosos de que sus préstamos no sean devueltos íntegramente o unos propietarios que vean peligrar la legítima recuperación de su vivienda si el inquilino no paga, tan solo estamos condenandonos al sistema alemán u holandés : se acabó la propiedad fácil ; se acabó el alquiler barato.